Una iglesia bendecida llamada a ser bendicion

Salmos 37:4-5: Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. 5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

Reflexión: Debemos entender, que cuando nos deleitamos en Dios, vemos su amor, sus maravillosas obras y encomendamos nuestra vida a Él, todo nuestro camino es guardado, guiado y cuidado por Él. Para que esta palabra sea una realidad en nuestra vida debemos:

1. Deleitarnos en Él: Cuando creemos en Dios, se activa la fe en nuestra vida y es allí cuando experimentamos el deleite de su presencia, esto permitirá que el Señor pueda conceder las peticiones que hay en nuestro corazón, alineándolas a su buena, agradable y perfecta voluntad.

2. Confiar en Él: Como seres humanos, tendemos a dudar del poder de Dios, pero cuando aprendemos a confiar en Él y encomendamos a Él nuestro camino, tenemos la certeza de que escuchará nuestras súplicas y concederá nuestras peticiones aunque no podamos verlas.

Cuando logramos deleitarnos en Dios y nuestros caminos los alineamos a Él, podemos estar seguros de que, independientemente de la situación, Él nos cuida y hará la obra en nosotros.