Una iglesia bendecida llamada a ser bendicion

Base Bíblica: Juan 1:12; Juan 15:14-16

Introducción: ¿Alguna vez has tenido problemas con saber quién eres, o acaso con qué quieres hacer con tu vida?; aquel que puede responder a esas dudas, es Jesús, Él es quien te ofrece una identidad sólida y fuerte en Él, una identidad inquebrantable.

1. Eres un Hijo de Dios: Gracias a Jesús tú puedes ser constituido como un Hijo de Dios, debido a tu Fe en Él y a tu disposición para recibirle como Señor y Salvador personal. Si alguna vez has sufrido abandono por parte de tus padres, ahora sabes que eres un Hijo de Dios; y eso no solo significa que tienes un papá, sino que todas las cualidades que a Él le pertenecen, Él te las ha dado a ti también. Llevas Su nombre.

2. Somos amigos de Jesús: Al convertirse en nuestro Señor, podríamos pensar que somos sus “siervos” o “esclavos” pero, en Juan 15:14 vemos que al obedecer lo que Jesús nos dice, nos convertimos en AMIGOS. Y ser amigo de Jesús implica que Él confíe en nosotros, nos cuente Sus secretos, es una relación mucho más cercana y de confianza; Él mismo lo dijo. Pero recuerda: Debemos hacer lo que Él nos mande.

3. Jesús nos escogió: Quizá te preguntas a qué es lo que Jesús te manda, y es sencillo de comprender: Él te envía a dar fruto, eso significa que te envía a que prediques Su Palabra a las personas a tu alrededor, trayendo más y más almas para que sean salvas por Él, y que esas almas permanezcan también en Él. Ése es el fruto que nos identifica con Cristo, pues las almas son lo que Él más ama, por ellas dio Su vida.

Quizá creas que no puedes hacerlo, pero Jesús te escogió porque sabe que sí puedes, lo único que debes hacer para mantener tu fruto es permanecer en Él (Juan 15:5).

Conclusión: Y hay una promesa enorme para quien hace todo esto: todo lo que pida al Padre, Él se lo concederá.

¡Wow! Ser amigo de Jesús, e Hijo de Dios tiene sus grandes privilegios. ¡No nos perdamos de eso! ¡No nos olvidemos de la presencia de Dios! Sólo en Él hay una identidad real y verdadera para nuestras vidas.

Actividad: Gallina ciega. A veces andamos como ciegos sin saber quiénes somos, pero necesitamos esa voz que nos guíe para alcanzar propósitos, es muy difícil hacerlo sino podemos ver. ¡Necesitamos ir a Jesús, para que Él abra nuestros ojos!

Oración: Ora por una relación más cercana con Cristo, Él te da una identidad real, como Hijo de Dios, y como Su amigo. Si la quieres, debes ir por ella.