Una iglesia bendecida llamada a ser bendicion

Proverbios 25:28 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

Reflexión: Ciudad sin muros, es una ciudad sin protección, la cual cualquier enemigo podría penetrar, así es una persona que no tiene rienda, cualquier cosa le afecta, es como alguien que tiene las defensas bajas de cualquier virus en el aire se contagia, y esa falta de dominio propio nos lleva a no lograr lo que queremos; cuando resistes en el NO a la oferta que te hace el mundo, la carne y el diablo, te conviertes en una persona con carácter. La biblia dice que el que domina su espíritu, es mas fuerte que el que domina una ciudad entera, ejemplo, no tiene dominio propio con el dinero y termina siendo esclavo del dinero, no tiene dominio propio con el licor y termina siendo esclavo de los vicios. Jesús es el ejemplo mas poderoso de dominio propio, nadie tuvo mas que Él pues aun colgado en la cruz, tuvo el control para decir: “Padre perdónalos porque estos no saben lo que hacen”, esto es dominio propio, lo golpearon, se burlaron y Jesús jamas dejo que lo influenciaran o dominaran; domino a los guardias, al ladrón, al diablo, a la muerte y se sentó a la diestra del Padre y todavía domina. Existen personas que han perdido matrimonio, finanzas, salud por no tener el dominio de su ser. Para obtener el dominio propio debo:

1. Admitir que no se tiene: Hay personas que maltratan aun a las personas que mas aman por la falta de dominio propio, y eso nos pasa a todos, no hemos entendido que el poder mas grande del ser humano no esta en su mano sino en su boca, y cada uno de nosotros nos alimentamos del fruto de nuestros labios.

2. Dejar el pasado atrás: Si te aferras a que fuiste un fracaso en el pasado, eso demarcara tu futuro; cuando fracasas al diablo le encanta decirte ya no lo intentes mas, siempre caes en lo mismo, no lo vas a lograr, no te van a perdonar, no vale la pena; el te anima a seguir en el piso, te susurra, para que te vas a levantar; mientras el Señor tu Dios te dice, porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse (Prov. 24:16) .

Aunque hayas caído o fallado, tu lugar no es allí, porque el Señor te levanta y fortalece para volver a intentarlo.